De CAD a BIM

La transición de CAD a BIM es ideal para desarrollar proyectos colaborativamente, haciendo uso de herramientas como la nube, el entorno común de datos y la integración entre los modelos y la información

El desarrollo de las tecnologías digitales continua afectando positivamente las actividades productivas relacionadas con la arquitectura, la ingeniería y la construcción. La evolución de los programas para el desarrollo de proyectos tiene como objetivo mejorar la productividad mediante el uso de herramientas capaces de establecer un trabajo coordinado, deslocalizado, integrado y automatizado. BIM es la metodología que engloba estos conceptos y aprovechar sus ventajas es indispensable para lograr el éxito profesional.

El trabajo colaborativo, un beneficio primordial de BIM para el Sector AEC

La forma tradicional de trabajo en los estudios de diseño y e ingeniería donde las actividades se realizaban de forma analógica, sin trazabilidad y con poca precisión, ha dado paso a una nueva metodología donde la utilización de software equipado con soluciones para un diseño integrado entre las dimensiones 2d y 3d, al mismo tiempo que se incorporan datos de cada uno de los componentes del proyecto, facilitando así la gestión de la información y convirtiendo a los archivos en una fiel para la toma de decisiones.

Con las plataformas BIM es posible asignar tareas a los integrantes del equipo, mientras se mantiene la trazabilidad de todos los ajustes. Además, se establece un espacio para la comunicación basada en los planos o en los modelos, facilitando el entendimiento de los requerimientos, las solicitudes de cambios, la comparativa de versiones y hasta la creación de informes automatizados. Estas son solo algunas de las principales posibilidades que ofrece BIM en el desarrollo de proyectos.

Lenguaje Común de Datos, la solución para lograr el trabajo coordinado

En los proyectos del entorno AEC participan especialistas en áreas muy diversas, desde los arquitectos, ingenieros de instalaciones, ayuntamientos, clientes, entre otros. Por lo tanto, en el desarrollo de la tecnología BIM se ha tomado en cuenta la creación de un lenguaje común de datos, conocido como IFC, que mediante la creación de manuales específicos para los proyectos (Bim Execution Plan/BEP), se establece un conjunto de normas que garantizan una fluidez ideal entre los especialistas de las diferentes áreas.

Un ejemplo de la idoneidad de BIM para el desarrollo de proyectos es la existencia de un abanico muy amplio de programas dedicados a áreas específicas, por lo tanto, mientras los arquitectos utilizan Revit para el diseño y modelado, es probable que un ingeniero estructural utilice un programa de otro desarrollador que probablemente no sea compatible. Ajustar los archivos implicaría un retrabajo sobre la documentación. Con IFC es posible trabajar en programas diversos pero que son capaces de crear archivos que se manejan en un lenguaje común de datos, sin perder información y ayudando en el ahorro de tiempo y recursos.

Establecer un espacio de intercambio interoperable permite crear un trabajo colaborativo ideal, donde se potencia la productividad y aumenta el tiempo que se puede dedicar a mejorar la calidad de los proyectos, mientras se reduce el tiempo de respuesta y aumenta el beneficio de los negocios. Con IFC es posible crear un sector AEC más dinámico y accesible, en el que se desdibujan las barreras creadas por los programas y los silos de información.

La nube como repositorio, una garantía para el desarrollo deslocalizado de los proyectos con BIM

La nube ha significado un antes y un después en el desarrollo de proyectos y en la gestión de la construcción. Alojar los archivos en internet es posible gracias a la creación de un espacio virtual prácticamente infinito, donde es posible intercambiar información entre las personas de forma eficiente debido a las mejoras constantes de las redes digitales y del tiempo de respuesta de los servidores.

Las plataformas BIM permiten centralizar la documentación de los proyectos y hacerlas accesibles a todos los interesados, sin importar la ubicación ni el dispositivo digital utilizado. Estas herramientas ofrecen un entorno gráfico estudiado y dinámico que genera información muy valiosa con pocos clicks. El trabajo en la nube establece un ecosistema de colaboración interdisciplinar donde las personas tiene a la mano la información adecuada y actualizada durante toda la fase de diseño y desarrollo.

El Trabajo Colaborativo, el Lenguaje Común de Datos y La Nube como repositorio de la documentación son tres de los beneficios que ha generado BIM dentro de los flujos de trabajo del sector AEC, pero sus posibilidades van aún más allá y año tras año las empresas desarrolladoras de software incorporan nuevas herramientas que continuarán dibujando una nueva forma de proyectar apoyados en las tecnologías digitales.

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