La geodesia y su papel en el mundo geoespacial

Poner en primer plano la base silenciosa del mundo geoespacial

Cuando se piensa en tecnologías geoespaciales, a menudo vienen a la mente drones, sensores y mapas inteligentes, pero rara vez se consideran los sistemas de referencia que garantizan su fiabilidad. La comprensión de los fundamentos científicos de la geodesia, así como de sus aplicaciones prácticas, resulta esencial para proteger la inversión en infraestructuras. Desde la Asociación Internacional de Geodesia (IAG) se trabaja para situar este “marco invisible” en el centro del debate, aunque se trata de un esfuerzo que requiere la implicación de toda la comunidad.

Imaginemos que, de un día para otro, la navegación del teléfono móvil deja de funcionar y el reloj marca una hora incorrecta. Los controladores aéreos no pueden planificar rutas seguras, los barcos pierden su rumbo y los sistemas de alerta de tsunamis dejan de operar. La causa sería simple: la geodesia ha dejado de estar disponible.

La geodesia constituye una base esencial del mundo moderno. Se encarga de medir la forma de la Tierra, su campo de gravedad y su rotación. Proporciona sistemas de referencia estables que sustentan desde los sistemas globales de navegación por satélite (GNSS) hasta la monitorización del clima. A pesar de su papel fundamental, sigue siendo poco conocida fuera del ámbito científico.

Por qué la geodesia es importante

Cualquier actividad que trabaje con coordenadas, cartografía o posicionamiento depende de los marcos de referencia geodésicos globales. El Marco de Referencia Terrestre Internacional (ITRF), por ejemplo, permite medir posiciones y movimientos con precisión milimétrica. Sin estos sistemas altamente precisos, los levantamientos topográficos se degradan con el tiempo, los gemelos digitales pierden coherencia y las posiciones GNSS dejan de ser fiables.

La geodesia también es clave para el seguimiento del aumento del nivel del mar, el deshielo de glaciares y la subsidencia del terreno. Asimismo, apoya la gestión de desastres, como las alertas sísmicas o de tsunamis, y garantiza la sincronización de los sistemas de tiempo a escala global. Siempre que la precisión, la estabilidad y la confianza en los datos geoespaciales son críticas, la geodesia está presente, aunque de forma discreta.

La cadena de suministro geodésica global

Detrás de cada coordenada existe una infraestructura global formada por observatorios geodésicos equipados con receptores GNSS, sistemas de láser satelital (SLR), radiotelescopios de interferometría de muy larga base (VLBI) y balizas DORIS. Estas estaciones recopilan observaciones que posteriormente son analizadas por universidades, institutos de investigación y agencias cartográficas de todo el mundo.

A través de la IAG y de su Sistema Global de Observación Geodésica (GGOS), estos datos se transforman en productos fiables como el ITRF. Cientos de organizaciones contribuyen a este esfuerzo, normalmente con financiación nacional, pero al servicio de necesidades globales. Estos productos, de acceso libre, reflejan el carácter colaborativo de la IAG. No obstante, la dependencia de la financiación nacional hace que la cadena de suministro geodésica sea vulnerable. Los recortes presupuestarios en algunos países pueden afectar directamente a entidades vinculadas a la IAG y comprometer la resiliencia del sistema global.

Figura 1: Radiotelescopio VLBI junto a un receptor GNSS permanente en el Observatorio Espacial de Onsala (Suecia), que ilustra infraestructuras geodésicas clave que sustentan la cadena de suministro geodésica global y el Marco de Referencia Terrestre Internacional (ITRF). (Fotografía de Martin Sehnal, mayo de 2023).

De la ciencia a la política

El apoyo político resulta fundamental. En 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución sobre el Marco de Referencia Geodésico Global (GGRF) para el Desarrollo Sostenible, reconociendo que ningún país puede construir o mantener por sí solo un sistema de referencia de este tipo.

Aunque la IAG proporciona la base científica desde 1862, no opera en el ámbito político. Para cubrir esta necesidad, en 2023 se creó en Bonn (Alemania) el Centro Global de Excelencia en Geodesia de las Naciones Unidas (UN-GGCE). Su misión es conectar la ciencia con la política, promover la concienciación, asegurar recursos y reforzar la infraestructura geodésica global.

Uno de sus principales objetivos es movilizar financiación sostenible para elementos críticos de la cadena de suministro, como la construcción de estaciones geodésicas en regiones poco representadas, la modernización de observatorios antiguos y el apoyo a especialistas que transforman las observaciones en marcos de referencia globales.

El reto de la visibilidad: poner la geodesia en primer plano

La geodesia sigue siendo, en gran medida, invisible. Cuando se habla de tecnologías geoespaciales, se piensa en herramientas visibles, pero no en los sistemas de referencia que las hacen fiables. Esta falta de visibilidad puede traducirse en una menor inversión en infraestructuras, formación y divulgación.

Desde la IAG y GGOS se trabaja para acercar los fundamentos científicos de la geodesia a sus aplicaciones prácticas. Entre las iniciativas recientes destaca el rediseño del sitio web de la IAG y el uso del dominio descriptivo geodesy.science, que ofrece una introducción accesible a la disciplina. Además, la plataforma informativa de GGOS explica técnicas y productos geodésicos con un lenguaje claro.

También se ha apostado por la comunicación visual mediante la producción de vídeos divulgativos sobre geodesia y marcos de referencia terrestres, disponibles en múltiples idiomas y con un alcance global significativo.

Con el objetivo de ampliar aún más el público, se han impulsado iniciativas creativas como los carteles y viñetas sobre geodesia, que comenzaron como dibujos informales y han evolucionado hasta convertirse en un concurso internacional de caricaturas. Este enfoque permite mostrar la relevancia de la geodesia de forma accesible y comprensible.

Figura 2: Viñeta sobre geodesia que ilustra de forma visual que el GNSS y sus aplicaciones dependen fundamentalmente de la geodesia. (Imagen cortesía de IAG-GGOS, https://geodesy.science/cartoon, autor: Riccardo Barzaghi).

Acceso a datos y productos geodésicos

Otro hito relevante es el futuro Portal GGOS, concebido como un punto único de acceso a datos y productos geodésicos. Este portal permitirá descubrir recursos de forma estructurada y accesible, evitando la consulta de múltiples bases de datos especializadas. Para los profesionales de la geomática, esto supondrá un acceso más sencillo a los datos fundamentales que sustentan la topografía, la cartografía, la navegación y la observación de la Tierra.

Un llamamiento a la acción

La visibilidad de la geodesia no depende únicamente de la comunidad científica. Requiere la participación de educadores, medios de comunicación, profesionales de la topografía y responsables políticos. A pesar de su presencia constante en la vida diaria, el término “geodesia” sigue siendo poco conocido fuera de los entornos especializados.

Asociar este concepto con aplicaciones cotidianas, como la navegación con un teléfono móvil, la localización de un punto o la creación de un gemelo digital, contribuye a mejorar su reconocimiento. A medida que el término se haga más familiar, también lo hará la comprensión de su importancia.

La experiencia demuestra que, cuando se explica el papel de la geodesia, surge un interés significativo por su impacto en la sociedad. Ya sea a través de iniciativas divulgativas, proyectos institucionales o herramientas educativas, el mensaje es claro: la geodesia es un elemento fundamental para la ciencia y para el funcionamiento del mundo geoespacial actual.

Más información: GIM INTERNATIONAL